La edificación de varios pisos de altura colapsó la víspera cerca de una vivienda en el barrio de Ruaka, dejando un saldo de dos fallecidos y tres personas fueron rescatadas. Este es el segundo derrumbe de un inmueble en una semana.
Njuguna Kawanjiku, miembro del Parlamento por el distrito electoral de Kiambaa, declaró que se trata de corrupción porque nadie quiere tocar una propiedad de este tipo debido a que “probablemente los propietarios son conocidos, tienen el poder, tienen el dinero para sobornar en todas partes”.
Demandó la necesidad de enmendar esa situación y empoderar a entidades como la Autoridad Nacional de Construcción ante la ausencia de poder para derribar un edificio en condiciones no óptimas.
El martes pasado un edificio de siete pisos colapsó en la capital keniana, dejando a tres víctimas fatales y cinco lesionados. El dueño del inmueble, que iba a ser arrestado e imputado está prófugo, según las autoridades.
En 2015, ocho edificios se derrumbaron en Kenia con un saldo de 15 personas fallecidas y, según una auditoría realizada por la Autoridad Nacional de Construcción, el 58 por ciento de los edificios en Nairobi no eran aptos para vivir.
La alta demanda de viviendas en la capital keniana trae consigo que algunos inversionistas a menudo eludan las regulaciones y el colapso de las construcciones sean comunes, precisó la investigación.
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