“No voy a participar en esto”, afirmó el mandatario al medio Fox News Digital, tras conocer el nombramiento para esa responsabilidad de Jack Smith, fiscal desde hace tiempo e investigador de crímenes de guerra.
El exmandatario añadió que espera “que los republicanos tengan el coraje de luchar contra esto”.
En esta jornada, el fiscal general Merrick Garland dijo que hacía el anuncio de Smith en un esfuerzo por garantizar la independencia en torno a las indagaciones antes de una posible revancha por la Casa Blanca en 2024 del magnate con el presidente Joe Biden, precisó el diario The Hill.
Actualmente el DOJ investiga el presunto mal manejo de Trump de registros gubernamentales confidenciales recuperados en Mar-a-Lago, mansión del político en Florida, así como su implicación en el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, que cubre si cualquier persona o entidad interfirió ilegalmente con la transferencia de poder a Biden.
El pasado martes Trump hizo el anuncio formal de que buscará la nominación presidencial republicana en 2024, lo cual algunos analistas consideraron como un intento fallido de evitar una posible acusación.
El abogado y columnista George Conway, en un artículo publicado en el periódico The Washington Post, explicó que una gran razón de esa candidatura es que el conservador piensa que ese paso y el espectro de violencia de sus partidarios lo protegerán de los fiscales.
“Es un hombre desesperado, un animal amenazado y rabioso”, puntualizó, y agregó: “Trump anhela el poder. Aún más, él anhela la atención. Y más que nunca, después de dos juicios políticos sin precedentes, una derrota humillante en la reelección que ni siquiera puede admitir, y en medio de múltiples investigaciones penales y demandas civiles, busca venganza”.
En opinión de estrategas conservadores, una imputación al exgobernante durante la administración de Biden polarizaría más a la nación y fortalecería el apoyo al exmandatario en la base del Partido Republicano, pues este enmarcaría el caso del DOJ como una caza de brujas de carácter político.
Como indican reportes de prensa, presentar cargos contra un exmandatario sería una decisión sin precedentes para el Departamento de Justicia, pero evitar cuentas si hay evidencia de un delito transmitiría una señal dañina a futuros gobernantes con instintos de “hombre fuerte”.
Trump señaló en septiembre que si el DOJ lo acusa, habría “problemas en este país como quizás nunca hemos visto antes”.
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