La información aseguró que Washington continuará trabajando con sus aliados y socios para proporcionar a Ucrania suministros, pese a las continuas alertas de que su postura provoca una escalada en la contienda bélica.
Hasta finales del pasado octubre, y desde el comienzo de la actual administración estadounidense, el monto total de las ayudas a Kiev ascendieron a un nivel sin precedentes de más de 18 mil 500 millones de dólares, acorde con el Departamento de Estado norteamericano.
Asimismo, el experto en seguridad nacional William Hartung, denunció recientemente que a pesar de las promesas de campaña de Joe Biden de frenar la venta de armas, la nación norteña reporta un gasto militar sin precedentes en Ucrania.
Según el entendido, la ayuda para Kiev ha avanzado al ritmo más rápido si se le compara con cualquier otro programa de asistencia militar estadounidense desde, al menos, el punto álgido de la guerra de Vietnam.
“Hay mucho dinero en juego y eso configura políticas que son perjudiciales para los derechos humanos, la paz y la estabilidad, no solo del país, sino del mundo”, advirtió.
Los continuos envíos de armas por parte de Estados Unidos, además de alargar el conflicto entre Rusia y Ucrania, desconocen los constantes llamados de diversos sectores en pos de encontrar una salida negociada que ponga fin a la conflagración.
Un ejemplo elocuente de esto fue protagonizado en octubre pasado por un grupo de congresistas demócratas, que instaron al Ejecutivo a buscar una solución por medio de conversaciones entre las partes involucradas.
Por su parte, el Quincy Institute for Responsible Statecraft añadió que la facilitación de armamento a Ucrania, sin una estrategia diplomática para poner fin al conflicto con Rusia, corre el riesgo de alargar el diferendo, acrecentar el sufrimiento humanitario, o incluso escalar a una confrontación directa entre Washington y Moscú.
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