Ante esa situación, que causa la muerte de enormes cantidades de peces en aguas de la demarcación, la denominada Asociación de Organismos Demandantes, pidió a las autoridades gubernamentales que exijan a las empresas mineras eviten la contaminación de las fuentes de agua.
El llamado a través de un informe fue dirigido a la Secretaría de Gobierno del Estado de Mar Rojo, la Compañía de Recursos Minerales de Sudán, entidades acuícolas y de pesca, y particulares implicados en la extracción minera.
De acuerdo con la Asociación de Organismos Demandantes, el vertido de cianuro en los ríos y arroyos en el estado de Mar Rojo, además de afectar a la población de peces, contamina las fuentes de agua potable destinadas a los seres humanos, y pone en riesgo sus vidas.
Tal documento puntualiza que, como consecuencia del empleo de la sustancia tóxica en la actividad minera, en la bahía de Deim Mayo, Port Sudan, muchos peces presentaron “signos de hinchazón e inusuales cambios morfológicos en las escamas”.
Para el procesamiento de residuos mineros, actualmente al menos cuatro plantas procesadoras de metal áureo en la zona de Kebeidad, emplean cianuro, según el ente protector del medio ambiente.
Tras la realización de protestas masivas en 2019 contra la contaminación del medio ecológico en Kordofán del Sur y otros territorios, el Gobierno sudanés promulgó directivas que prohíben el uso de mercurio y cianuro en las operaciones mineras, sin embargo, éstas no se cumplen, afirmaron activistas.
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