La denuncia, leída durante una protesta contra la inseguridad frente a la sede de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en Jartum, fue encabezada por la Iniciativa Estratégica para las Mujeres del Cuerno de África.
El documento resultó suscrito también por otras organizaciones, entre ellas, la Iniciativa No a la Opresión de las Mujeres y la Unión de Mujeres de las Montañas Nuba.
Según diversos informes, como consecuencia de la violencia intercomunitaria, la cual estalló en julio pasado, en Nilo Azul y otros estados vecinos se reportaron más de 97 mil desplazados.
Por otra parte, otras 36 mil 500 personas tuvieron que abandonar sus hogares de origen en la localidad de Al-Lagowa, en Kordofán Occidental, tras choques directos entre las tribus misseriya y nuba.
Frente a esa compleja situación, los entes humanitarios pidieron a Naciones Unidas que “presione a la autoridad militar gobernante para que proteja a los civiles en todos el país, incluidos Nilo Azul y Kordofán”.
Advirtieron además que los uniformados en Sudán hacen uso de la diversidad étnica y cultural como herramienta para desencadenar conflictos en las comunidades, para de esa forma controlar el país.
Organizaciones cívicas en Sudán demandaron recientemente que la junta castrense gobernante, la cual destituyó el 25 de octubre del pasado año mediante un golpe militar al anterior gobierno, dé paso a un Ejecutivo civil que restituya la Constitución y los derechos ciudadanos.
En los últimos tiempos ciudades sudanesas como Jartum, la vecina Omdurman y localidades de la región de Darfur, entre otros lugares, fueron escenario de protestas, organizadas por el movimiento Fuerzas por la Libertad y el Cambio, contra el orden impuesto por los militares.
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