Se trató de una pieza de prueba impresa con un filamento, entregado a bordo de la nave de carga espacial Progress MS-21 en octubre pasado, precisó Roscosmos.
El modelo de la pieza fue enviado por especialistas desde la Tierra.
La impresora 3D fue llevada a la EEI a bordo de la nave espacial Progress MS-20 en junio, y el cosmonauta Oleg Artemiev fue el primero en probarla.
El experimento está dedicado al desarrollo de tecnologías aditivas para la creación de productos a partir de materiales poliméricos en condiciones espaciales.
En el futuro, el uso de estas tecnologías permitirá a los cosmonautas en estaciones orbitales cercanas a la Tierra fabricar las piezas y herramientas necesarias directamente en el espacio, sin esperar su entrega en naves de transporte desde la Tierra.
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