Diferentes ríos se desbordaron, con las mayores afectaciones provocadas por el Caroní la víspera en la noche, en tanto varias carreteras permanecen intransitables debido a la erosión, los deslizamientos de tierra y las crecidas.
El 5 de octubre último, partes de Trinidad y Tobago fueron azotadas por un sistema frontal causante de severas inundaciones, especialmente en zonas del este, centro y sur de Trinidad.
El fenómeno dañó propiedades, conllevó a la caída de árboles, deslizamientos de tierra, entre otras.
El Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología (CIMH) alertó recientemente que estas fuertes precipitaciones podrían continuar hasta diciembre, con el riesgo de mayores inundaciones en la región que en otros años.
Si bien la Navidad era tradicionalmente un período en el que a la gente le gusta pensar cosas alegres y “quizás no siempre preste tanta atención al clima” como durante la temporada de huracanes, no son inauditas las precipitaciones el próximo mes, afirmó el meteorólogo Cédric Van Meerbeeck.
En 2013 las inundaciones de Nochebuena provocaron muerte y destrucción en San Vicente y las Granadinas, y Santa Lucía, recordó el especialista al intervenir en el Foro sobre la Perspectiva Climática del Caribe.
Descartó pronósticos de grandes sequías para ninguna parte del Caribe durante la venidera estación seca, lo cual -dijo- es positivo pero, por otro lado, estamos saliendo de la temporada de lluvias con suelos que, en muchos lugares, están bastante empapados.
Ubicó los mayores riesgos en las Guayanas, Aruba, Curazao, Bonaire, Trinidad y Tobago, Granada, Barbados, y luego menos a medida hacia el norte, subrayó.
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