La región también debe asegurarse de que no eclipse los montos de adaptación y mitigación establecidos anteriormente, aún necesarios, aseveró el decano de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de las Indias Occidentales, Mona, asentada en esta capital.
El mundo requiere una mayor ambición con respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero, acotó el físico, quien llamó a mantener viva la meta de 1,5.
“La amenaza a la viabilidad regional de un mayor calentamiento no desapareció. De hecho, empeoró con las ambiciones actuales”, advirtió.
El Caribe debe estar atento para garantizar que el nuevo fondo de pérdidas y daños no sea visto como una excusa o una compensación por no alcanzar los objetivos de mitigación, añadió.
Todavía necesitamos reducciones significativas, para que el impacto por venir sea mínimo, subrayó Taylor, uno de los autores principales del informe especial del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático sobre el calentamiento global de 1,5 grados centígrados.
Su postura coincide con una declaración anterior de la Alianza de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (Aosis).
Los miembros de esta, incluidos los pequeños estados insulares en desarrollo del Caribe, lideraron el cabildeo durante años para el establecimiento del fondo de pérdidas y daños y continuaron para defender su establecimiento en la reciente COP27.
“Consenso no significa acuerdo armonioso, y reconocemos la flexibilidad mostrada por todas las partes”, apuntó el texto de Aosis.
Establecer este fondo le indica al planeta que las pérdidas y los daños ya no serán únicamente asumidos por los gobiernos y las personas menos responsables. Hoy es un paso hacia la justicia climática, subrayó.
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