En un programa de radio Kossuth, Orban señaló que la Unión Europea (UE) ya estableció restricciones a la compra de petróleo y discute la posibilidad de imponer una prohibición al suministro del fluido y sanciones contra la energía nuclear procedentes de Rusia.
Para Hungría, esto tendrá consecuencias trágicas, por lo que debemos estar exentos de tal decisión, aseveró.
El primer ministro magiar consideró que en las negociaciones en la UE sobre este tema, Hungría siempre ha logrado sus objetivos y ahora participa en el debate sobre el noveno paquete de sanciones.
Sin embargo, la nación está constantemente bajo presión de otros países, razón por la cual el Gobierno espera obtener el apoyo de sus ciudadanos en las consultas nacionales en curso sobre el tema de las sanciones, agregó.
Orban también recordó que el 5 de diciembre entra en vigor en la UE un embargo a la compra de petróleo ruso.
Hungría, que recibe petróleo a través del oleoducto Druzhba, quedó exenta de estas restricciones, pero no podrá evitar el efecto de un aumento de precios como resultado de tal medida, indicó. No obstante, en 2023 el gobierno hará todo lo necesario para proteger a la población del país de los efectos devastadores de las sanciones que provocaron escasez de energía e inflación, aseguró el jefe del gobierno húngaro.
La UE impuso sanciones con la esperanza de que afecten a Rusia y conduzcan a un arreglo de la situación en Ucrania, recordó Orban.
Sin embargo, las sanciones ni un solo milímetro aceleraron el fin del conflicto ucraniano y no han logrado su objetivo, expresó Orban.
Varios países occidentales activaron sanciones económicas contra Rusia después de que su Gobierno reconociera a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk e iniciara una operación militar especial ante la solicitud de ayuda de estas para contrarrestar la agresión de grupos paramilitares neonazis y el Ejército de Kiev.
mem/amp