Según publicó este miércoles el sitio oficial del Gobierno, la primera opción consiste en la prohibición total de la venta de crudo a los Estados que apoyaron la restricción, incluso si no compran materias primas a Rusia directamente, sino a través de países intermediarios o incluso de su cadena.
En ese caso, precisa la información, el suministro también se bloqueará si un país neutral compra el petróleo, pero su destinatario final es un miembro del G-7.
La segunda opción, según las fuentes, prohibiría las exportaciones en virtud de contratos que incluyan una cláusula de tope de precios, independientemente de la nación receptora.
En tanto, la tercera variante prevé la introducción del llamado precio indicativo, es decir, la definición de un descuento máximo para el crudo marca Urals con respecto al de referencia Brent; si el descuento aumenta, se prohibirán las ventas.
Según el documento, todavía no se ha aprobado ninguna opción, y también son posibles otras alternativas o una combinación de ellas.
Previamente el presidente ruso, Vladimir Putin, había anunciado que respondería a lo que denomina embargo sobre los suministros del petróleo nacional por parte de la Unión Europea ( UE) y la introducción de un límite de precios a su crudo.
La medida adoptada por el bloque comunitario entró finalmente en vigor el día 5 para embargar los envíos del hidrocarburo por mar a la UE, e igualmente acordaron un tope de precios regulado de 60 dólares por barril.
Una decisión similar la anunciaron los países del Grupo de los Siete y Australia.
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