Según el informe publicado este viernes, el indicador aumentó un 7,4 por ciento interanual tras avanzar un 8,1 por ciento en octubre. Además, los datos de octubre se revisaron al alza y el crecimiento del IPP en ese período se ubicó en un 0,3 por ciento.
Por otra parte, excluyendo los componentes volátiles de alimentos, energía y servicios comerciales, los precios al productor aumentaron un 0,3 por ciento en noviembre.
Esta cifra, conocida como IPP subyacente, avanzó un 4,9 por ciento en los doce meses hasta noviembre, tras el crecimiento interanual del 5,4 por ciento en octubre.
Según expertos, la reducción de las subidas interanuales dan señales de que la inflación podría desacelerarse gradualmente, a medida que las cadenas de suministro se relajan y la demanda de bienes disminuye.
De hecho, el Instituto de Gerencia y Abastecimiento informó la semana pasada que su medida de los precios pagados por las fábricas por los bienes cayó a un mínimo de dos años y medio en noviembre.
Sin embargo, el cambio en el gasto hacia los servicios significa que la inflación general seguirá alta por un tiempo. En tanto, las presiones sobre los precios provienen del mercado laboral, con una aceleración del crecimiento de los salarios en noviembre.
En ese contexto, algunos pronósticos apuntan a que la Reserva Federal reduzca el ritmo de las alzas de tasas de interés la próxima semana. Otros prevén que eleve los tipos a un nivel superior al 4,6 por ciento proyectado recientemente, donde podría permanecer por algún tiempo.
El banco central se encuentra en medio del ciclo de alzas de tasas más rápido desde la década de 1980 e incrementó el costo del crédito en 375 puntos básicos este año, desde casi cero a un rango de entre 3,75 y 4,0 por ciento.
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