La policía antimotines dispersó la noche del martes con disparos de proyectiles reales una demostración frente al cuartel general castrense en esta ciudad que exigía justicia para los civiles caídos durante manifestaciones antigubernamentales hace dos años
El primer ministro Abdalla Hamdok declaró estar conmocionado por esas muertes y calificó de ‘crimen usar balas reales contra manifestantes pacíficos’.
Cientos de personas se concentraron frente al cuartel general del ejército, donde miles de ciudadanos se reunieron en 2019 para demandar la destitución del entonces presidente Omar Hasán al Bashir y llamar a la instauración de un gobierno civil.
Hamdok consideró que aquella marcha hace dos años se reprimió con ‘brutalidad extrema’ y prometió que su gobierno de transición -el cual sucedió a la destitución de Al Bashir-, llevaría a los perpetradores ante la justicia.
La manifestación del martes comenzó antes del iftar, la cena que rompe el ayuno durante el sagrado mes musulmán del Ramadán y en esta ocasión el ejército indicó que estaba totalmente preparado para llevar ante las leyes a quien se demuestre que está involucrado en el suceso.
Según fuentes militares, cuando los manifestantes abandonaban el lugar, ocurrieron hechos que causaron la muerte de dos personas y heridas a otras, y puntualizaron que está en curso una investigación al respecto.
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