Ahora la lista incluye a 13 altos mandos de las Fuerzas Armadas rusas, a tres empresarios y funcionarios iraníes, así como una firma persa productora de piezas de aeronaves no tripuladas.
El ministro de Exteriores británico, James Cleverly, repitió las mismas acusaciones que en ocasiones anteriores, sobre los supuestos envíos de armas por parte de Irán a Rusia, las cuales fueron rechazadas por Moscú.
Como respuesta, la embajada rusa en Londres cuestionó el envío de armas occidentales a Ucrania, lo cual -según dicha sede- solo sirve para prolongar las hostilidades y aumentar el número de víctimas civiles, actos criminales que tendrán consecuencias legales para todos los involucrados.
Irán, a su vez, ha rechazado una y otra vez cualquier venta de armas, incluidos drones, a Rusia.
Recientemente, el embajador de Teherán ante Naciones Unidas, Amir Said Iravani, tachó las acusaciones de guerra psicológica y de una clara campaña de desinformación.
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