El proceso estadístico, que inició el 1 de octubre con una fase virtual y desde el 7 de noviembre prosiguió con visitas presenciales a hogares de todo el territorio nacional, llega a su recta final con acusaciones por parte de los contratados de retraso de los sueldos previstos.
En ciudades como Quito y Guayaquil los censistas exigieron al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) la compensación establecida y reclamaron que tampoco les facilitaron recursos para movilizarse y alimentarse durante sus jornadas de trabajo.
Igualmente, denunciaron la falta de seguridad necesaria para realizar las visitas a las viviendas en medio de la escalada de violencia en el país.
Durante el proceso, varios de los trabajadores reportaron asalton y el robo de los tablets otorgados para recopilar los datos de la ciudadanía, divulgaron medios de prensa.
Karina Criollo, una de las censistas, dijo a Radio Wambra que no han contado con el apoyo policial prometido y señaló que la población los rechaza porque creen que son miembros del gobierno.
Según la planificación del INEC, este domingo debería concluir el censo, aunque las autoridades analizan un posible cambio de fecha ante las irregularidades reportadas y la falta de viviendas por procesar, reportó el canal Ecuavisa.
Este censo se realiza en Ecuador 12 años después del último estudio de esas características y con sus resultados se espera saber cómo ha cambiado la población, las dinámicas familiares, económicas y sociales de los ciudadanos, precisó el INEC.
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