Hace tiempo preocupa que esa obsoleta infraestructura no esté a la altura de las circunstancias, lo cual se acentuó en los últimos años debido a la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos en varios estados, subrayó.
Comentó el texto que esto era un problema cuando Estados Unidos dependía predominantemente de combustibles fósiles fácilmente transportables, pero ahora que la combinación energética se está diversificando, la infraestructura energética debe evolucionar a la par, lo que significaría nuevas líneas de transmisión, cuya construcción llevarían entre siete y 15 años.
El Medio Oeste y el Centro-Sur de Estados Unidos son las zonas con mayor riesgo de falta de electricidad, pero todo el país necesita modernizar su red eléctrica para evitar esos problemas en el futuro, señaló el artículo.
Además de una infraestructura energética inadecuada, el auge de las fuentes de energía renovables y la creciente demanda de energía a nivel nacional están ejerciendo una presión sobre la red como nunca antes, apuntó.
Según la Corporación Norteamericana de Fiabilidad Eléctrica, es muy probable que la escasez se produzca en las horas de mayor consumo.
También alertó que los problemas energéticos se han visto espoleados por una crisis mundial en ese sentido derivada del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Las preocupaciones en torno a la escasez se basan sobre todo en la elevada demanda en horarios pico, tanto en verano como en invierno, en especial aumentan con la ocurrencia de fenómenos meteorológicos graves, cuando es más probable que utilicen sus sistemas de aire acondicionado y calefacción, acotó el material del sitio ditigal.
Se teme que la escasez se haga sentir con fuerza en los meses de invierno, por ejemplo, ya Texas pronostica un incremento de la demanda de siete por ciento con respecto a la temporada pasada.
Recordó Naked Capitalism que el operador de la red eléctrica de ese estado llevó a cabo apagones rotatorios debido a la escasez provocada por la helada experimentada allí en febrero de 2021.
En sentido general, gran parte de la infraestructura energética de Estados Unidos requiere una revisión a fondo para hacerla apta para su uso a medida que crece la población y se utilizan tecnologías diferentes para producir energía.
Tras la escasez invernal, es probable que en el verano de 2023 vuelva a verse una mayor carga sobre la red porque la demanda subirá con el calor, concluyó.
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