Aceptamos las declaraciones del lunes del primer Ministro neerlandés, Mark Rutte; sin embargo, estamos decepcionados porque no llegó a comprometerse a entablar conversaciones con las partes afectadas, señalaron en un comunicado.
Vemos sus palabras como una coma en lugar de un punto final, expresó el presidente de la Comisión de Reparaciones de la Comunidad del Caribe (CRC) y vicerrector de la Universidad de las Indias Occidentales, Hilary Beckles.
Esta metáfora es alentadora y ofrece esperanza para el futuro, aseveró el profesor, y remarcó: «Esperamos con impaciencia el siguiente paso, un diálogo con las naciones y comunidades que siguen sufriendo».
La CRC pretende reunirse con el primer Ministro neerlandés y su equipo de representantes para hablar sobre el paso de la declaración de disculpas a un «enfoque de desarrollo en el que la justicia reparadora esté en el centro», acotó el texto.
«El Caribe aclaró su punto de vista, que las reparaciones consisten en la aplicación de un plan que trate de limpiar el desorden colonial dejado y situar a la región en una posición más sostenible y competitiva en el contexto de la economía mundial», enfatizó.
Para los expertos, un diálogo de esta naturaleza puede ser la base sobre la que los países que extrajeron riqueza durante cientos de años del área puedan ahora participar en una estrategia y un modelo de desarrollo al que las comunidades víctimas tienen derecho.
Rutte se disculpó formalmente en nombre de su Gobierno por el papel desempeñado por el Estado neerlandés en la incitación, el estímulo, la preservación y el aprovechamiento de siglos de trata de esclavos.
Ancianos de otros países caribeños coincidieron en que la declaración fue inesperada y que no sobrevino como consecuencia de un proceso de diálogo, sino de un enfoque unidireccional.
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