Según fuentes al tanto de las investigaciones tras la balacera, citadas por la cadena Franceinfo y el canal BFM TV, el individuo de 69 años y con antecedentes de acciones violentas de carácter racista reconoció sus objetivos durante el interrogatorio.
La víspera, tres personas fallecieron e idéntica cantidad sufrieron heridas en la calle Enghien del X distrito parisino, donde se sitúa un centro cultural kurdo, después de que el atacante abriera fuego de manera indiscriminada, antes de ser arrestado.
El sospechoso había salido de prisión el 12 de diciembre bajo control judicial y con al menos dos procesos en curso, el más reciente de ellos relacionado con la agresión a migrantes con un sable en esta capital hace un año.
Por orden del Gobierno, el prefecto de la policía de París, Laurent Nuñez, convocó a representantes de la comunidad kurda para un encuentro hoy, autoridades que denunciaron un crimen de odio y reclamaron una respuesta enérgica frente al mismo.
De acuerdo con el Consejo Democrático Kurdo en Francia, esa comunidad es blanco de “asesinatos políticos”, por los que dijo no tener dudas acerca de la responsabilidad de Turquía.
La víspera, la clase política francesa, liderada por el presidente Emmanuel Macron, la primera ministra Elisabeth Borne y figuras de la oposición de diversas tendencias rechazaron el ataque.
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