En un comunicado la organización sindical señaló que la conducta de la diplomática responde a una política con más de tres décadas de considerar a Panamá su colonia y traspatio, con el respaldo de los sucesivos gobiernos que lo permiten y echan por tierra el sacrificio de generaciones por conquistar la soberanía e independencia nacional.
En su mensaje, la CNTP recordó que uno de los objetivos de la invasión militar de Estados Unidos el 20 de diciembre de 1989 fue precisamente colocar un gobierno títere y adepto a los intereses de seguridad de la potencia extranjera.
Y al respecto señala que en todos estos años altos personeros de alto nivel tanto civiles como militares han visitado el país bajo la excusa de ayudar a enfrentar la crisis migratoria o el narcotráfico, pero cuya presencia insulta la memoria histórica de mártires y héroes de la independencia.
La CNTP exigió a Aponte que dejara de inmiscuirse en los asuntos internos del país centroamericano y rechazó que se pasea libremente por el territorio y ministerios como si este fuera un estado asociado o colonia norteamericana.
“En nuestro país, somos libres, independientes y soberanos. Nos costó mucho serlo y no confunda las buenas relaciones que podemos tener entre países que debe caracterizarse de respeto mutuo y de intercambio”, remarcó ese texto. También la CNTP demandó a las autoridades locales que dejen a un lado la política de reverencia como de sumisión y rindan tributos a la esencia misma de la lucha generacional del pueblo panameño.
Otras organizaciones como el Frente Nacional en Defensa de los Derechos Económicos y Sociales también fustigaron acciones de Aponte que llegó a exigir a la Asamblea Nacional que aprobara una ley de extinción de dominio para luchar contra el narcotráfico y la corrupción, pero con intereses propios.
En las últimas semanas se le ha visto a la diplomática recorrer zonas y puntos de recepción de migrantes irregulares en la selva de Darién, donde permanecen bases miliares, según los colectivos populares.
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