Tras algunos reportes de que las afganas estarían ahora imposibilitadas de laborar para organizaciones no gubernamentales (ONG) locales e internacionales, el comunicado de Naciones Unidas sostuvo que la decisión socavaría los esfuerzos de numerosas asociaciones de ayuda para los más vulnerables.
El portavoz Stéphane Dujarric dijo que el secretario general estaba «profundamente perturbado por la orden informada de las autoridades talibanes de facto» y que el jefe de la ONU reitera los derechos de todas las mujeres a participar en la fuerza laboral.
Según varios medios, los talibanes ordenaron a todas las ONG nacionales y extranjeros en el país que suspendieran el empleo femenino después de recibir «graves quejas» sobre su código de vestimenta.
Los informes de esta última restricción llegan menos de una semana después de que las autoridades talibanes prohibieran a las mujeres asistir a las universidades, lo que provocó una fuerte condena de Naciones Unidas y generó protestas en algunas partes de la nación.
Naciones Unidas y sus socios actualmente socorren a más de 28 millones de afganos que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, señaló el organismo.
“La entrega efectiva de asistencia humanitaria requiere un acceso completo, seguro y sin obstáculos para todos los trabajadores humanitarios. La prohibición informada de que las mujeres trabajen con la comunidad internacional para salvar vidas y medios de subsistencia en Afganistán causará dificultades incalculables al pueblo”, concluyó el comunicado.
En una declaración separada, la oficina de coordinación humanitaria de la ONU allí condenó la última ronda de restricciones a la participación femenina y enfatizó que cualquier orden de este tipo “violaría sus derechos, además de ser una clara vulneración de los principios humanitarios”.
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