El Grupo de Coordinación y Respuesta Internacional para Familias de Víctimas se inició en Canadá, pero se ha ido ampliando con la participación de los países cuyos pasajeros fallecieron en el siniestro, se lee en el comunicado.
Agrega que todas las naciones participantes acordaron que en los días y semanas venideros, continuarán manteniéndose en contacto cercano y trabajarán en estrecha colaboración, para que las familias y los seres queridos reciban las respuestas que merecen.
Un total de 176 personas fallecieron en el vuelo del Boeing 737-800 que partió del aeropuerto internacional Imam Khomeini, al ser alcanzado por un misil de la fuerza aérea iraní, según reconoció el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán.
El trágico incidente ocurrió a causa de un “error humano” y en medio de los ataques que la república islámica dirigió contra bases militares estadounidenses en Iraq.
Las víctimas procedían de siete países diferentes: 82 eran iraníes, 63 canadienses, 11 ucranianos, incluidos los nueve tripulantes, 10 suecos, cuatro afganos, tres británicos y tres alemanes, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Vadym Prystaiko.
Los países mencionados continuarán hablando con otros socios internacionales para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas después de este trágico evento, según la declaración afgana.
«Dado el último anuncio hecho por el gobierno iraní con respecto al incidente, hacemos un llamado a todos los países afectados por esta tragedia para ampliar la coordinación y mantener contactos cercanos con el fin de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, así como el suministro de toda la información requerida y asistencia a las familias de las víctimas», concluyó el texto.
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