Al referirse a las garantías expresadas por Estados Unidos, la Unión Europea y las fuerzas de seguridad kosovares para zanjar la confrontación con la minoría serbia, el mandatario estimó que se trataba de una pequeña victoria.
Kosovo-Mitrovica es Serbia y los serbios-kosovares son nuestros hermanos, por ellos vamos a luchar, sin importar lo que pase, declaró a la prensa el jefe de Estado.
Debemos ser tolerantes y pacientes, pero también debemos tener determinación, coraje y responsabilidad para preservar vidas, aseguró Vucic.
El mandatario llamó la víspera a la minoría serbia en el norte de Kosovo a desmontar las tiendas de campaña y barricadas desplegadas en Mitrovica, en protesta por acciones violentas de las fuerzas de seguridad de la autoproclamada república.
Desde el pasado día 10 los serbio-kosovares realizan protestas contra lo que consideran como creciente discriminación por parte del Gobierno de la autoproclamada república, después que sus agentes tomaron por asalto sedes administrativas y comisiones electorales.
En 2008, el parlamento de la autoproclamada república de Kosovo declaró la independencia, en violación de lo estipulado en acuerdos para poner fin a los bombardeos lanzados en 1999 por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra la entonces Yugoslavia.
La resolución 1244, aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU en junio del mencionado año, reconocía la soberanía de Belgrado sobre Kosovo y el derecho a desplegar policías para proteger a la minoría serbia, con la anuncia de la misión KFOR, formada por la OTAN.
Una de las tareas de la KFOR era evitar el surgimiento de un estado independiente en Kosovo, algo que ocurrió con la complicidad de gran parte de las potencias europeas.
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