Además de Frank Walter Steinmeier y Sergio Mattarella, presidentes de Alemania e Italia respectivamente, participarán oficialmente la primera ministra italiana, Giorgia Meloni y el canciller federal germano, Olaf Scholz, quien estará acompañado por el gobernador de Baviera, Markus Soder, tierra natal de Benedicto, indica la nota.
En la ceremonia, prevista para las 09:30 hora local del 5 de enero, se espera la presencia, de manera privada, de los gobernantes de Polonia y Hungría, Andrzej Duda y Katalin Novàk, de los primeros ministros de esas naciones, Mateusz Morawiecki y Viktor Orbán, respectivamente, así como de la reina Sofía, de España y el monarca Felipe, de Bélgica.
Es probable además, según esa fuente, la asistencia del presidente de Portugal Marcelo Nuno Duarte Rebelo de Sousa y de su homóloga eslovena, Natasa Pirc Musar, mientras que Francia enviará al ministro del Interior, Gérald Darmanin. Otras naciones estarán representadas por sus embajadores ante la Santa Sede.
Este miércoles continúa, hasta las 19:00 hora local, el último homenaje a Benedicto XVI de miles de fieles, quienes esperan para entrar a la plaza San Pedro en una doble fila, que se alarga kilómetros.
El 2 y 3 de enero unas 65 mil personas, el doble de lo previamente estimado, recorrieron cada día el sagrado recinto donde, sobre un catafalco cubierto de terciopelo ocre, ubicado en el centro de la basílica vaticana, reposa el cuerpo de Joseph Ratzinger.
Muchos se persignan de rodillas ante el pontífice emérito, quien viste ornamentos litúrgicos rojos, mitra blanca, zapatos negros, sin palio ni cruz pastoral, y entre sus dedos entrelazados sostiene un rosario.
El funeral, con la asistencia de unas 60 mil personas, estará presidido por el papa Francisco y será sencillo, de acuerdo con los deseos expresados por Benedicto.
Tras el mismo tendrá lugar su entierro en las tumbas papales de las Grutas del Vaticano, debajo de la basílica de San Pedro.
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