Al mediodía de este domingo, en sus palabras desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, pronunciadas tras el rezo del Ángelus y dirigidas a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco señaló que tras diez meses de enfrentamientos bélicos en Sudán, la situación humanitaria en esa nación es gravísima.
“Pido nuevamente a las partes en conflicto que pongan fin a esta guerra, que tanto daño hace al pueblo y al futuro del país”, expresó respecto a los combates iniciados desde el 15 de abril de 2023 entre el grupo paramilitar conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), liderado por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), y el Ejército de esa nación.
Dagalo y el jefe de las Fuerzas Armadas y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan, ambos con grado de general, se disputan el control del país, tras el derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
“Oremos para que pronto se encuentren caminos de paz para construir el futuro del querido Sudán”, pidió el Papa.
El sumo pontífice alertó además que “la violencia contra poblaciones indefensas, la destrucción de infraestructuras y la inseguridad se están extendiendo una vez más en la provincia de Cabo Delgado, en Mozambique, donde en los últimos días también fue incendiada la misión católica de Nuestra Señora de África, en Mazeze”.
El obispo de Roma recordó que otros muchos conflictos ensangrientan al continente africano y a otras muchas partes del mundo, “en Palestina, Ucrania” y enfatizó una vez más que “la guerra es siempre una derrota. Dondequiera que hay combates las poblaciones están agotadas, cansadas de la guerra que, como siempre, es inútil e inconclusa”.
Las guerras “sólo traerán muerte, sólo destrucción, y nunca traerán la solución a los problemas”, reafirmó el papa Francisco, quien demandó nuevamente que las partes en esos conflictos se abran a la búsqueda de la paz.
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