Después de azotar a California con inundaciones sin precedentes, el evento provocó al menos 120 informes de tormentas en los últimos dos días y dejó un rastro de destrucción camino al sur y sudeste del país, reseñaron medios locales.
A medida que los aguaceros y las tormentas van hacia Georgia y el norte de Florida, es posible que haya ráfagas de viento dañinas, granizo grande y tornados, reportó la cadena CNN.
Ciudades como Tallahassee, Albany, Charlotte, Virginia Beach, Atlanta, Raleigh y Norfolk podrían sufrir el embate de los vientos y tornados, mientras las intensas precipitaciones también ocasionarían inundaciones repentinas en partes de Misisipi.
Una masa de aire extremadamente cálida y húmeda sobre la costa este y el sureste ayudó a alimentar el brote de clima severo, al punto que más de 35 récords diarios de temperatura alta se batieron ayer en la parte oriental de Estados Unidos.
La tormenta que actualmente se encuentra sobre el centro y el este estadounidense es uno de los dos principales sistemas de su tipo que se espera afecten a la nación en los próximos días; se prevé que el segundo ingrese a la costa oeste mañana, enviando un fuerte río atmosférico a California una vez más, apuntó la televisora.
“Se pronostica una plétora de peligros, y se espera que las lluvias torrenciales y los fuertes vientos sean el impacto más generalizado, anticipan los expertos.
En tanto, unos cinco millones de personas están bajo alertas de clima invernal en todo el Medio Oeste superior y los Grandes Lagos, donde se espera que las acumulaciones de nieve y hielo afecten los viajes, explicó el Servicio Meteorológico Nacional.
Las condiciones de fuertes nevadas en partes de esa región prevalecerán hasta este miércoles, de acuerdo con los pronósticos.
Al menos 15 estados de la Unión continúan bajo riesgo de tornados, inundaciones y nevadas por las condiciones climatológicas.
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