Ruak, cuyo nombre verdadero es José María de Vasconcelos, permanecerá en el cargo hasta que el presidente Francisco Guterres le acepte su dimisión.
El renunciante no logró la aprobación de un presupuesto para 2020 después de que el mayor partido de su coalición, el Congreso Nacional para la Reconstrucción Timorense, liderado por Xanana Gusmao, retiró su respaldo.
La coalición estaba integrada por tres partidos y, bajo el nombre Alianza de Cambio para el Progreso, tenía 34 de los 65 escaños del parlamento unicameral.
La tensión se incrementó después de que Guterres, que pertenece al partido opositor Fretilin, rechazó a algunos ministros propuestos por Gusmao por acusaciones de corrupción.
El rechazo llevó a Gusmao, primer presidente de Timor Oriental y ex primer ministro, a anunciar una nueva coalición de seis partidos para formar un nuevo Gobierno, sin la presencia de Ruak.
Timor Leste, el Estado más joven de la región y con una población de unos 1,3 millones de habitantes, se ha visto afectado por la inestabilidad política en los últimos años, lo que dificulta los esfuerzos para reducir la pobreza, erradicar la corrupción y desarrollar sus ricos recursos de petróleo y gas.
El país se separó de Indonesia en 2002 después de un referéndum apoyado por las Naciones Unidas en 1999, en el que la mayoría de los ciudadanos votaron por la independencia.
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