De acuerdo con sus organizadores, la cita con la historia tendrá lugar frente a las instalaciones de la Administración de esa vía interoceánica, en la base al monumento al ingeniero George Goethals.
La gesta del 9 de enero tiene sus antecedentes en la lucha del movimiento estudiantil y popular, que despliega desde inicios de la República y adquiere mayor vigor en la década del 40, al calor de movilizaciones y protestas, destinadas a recuperar la soberanía en esa zona de la vía interoceánica.
Según historiadores, lo que sucedió en el istmo hace 59 años fue una insurrección popular, iniciada por estudiantes del Instituto Nacional, quienes marcharon de forma pacífica hacia la escuela secundaria de Balboa para izar el emblema patrio y cumplir acuerdos previamente establecidos.
Los gendarmes coloniales, con su mayor antagonismo respondieron con balas la iniciativa estudiantil, hecho que cobró la vida de 21 panameños y cientos de heridos.
Al entonces gobierno de Roberto F. Chiari, al recibir el informe de la masacre y producto de la presión popular, no le quedó otro camino que ponerse al lado del pueblo y decidió romper relaciones diplomáticas con Washington.
Para algunos analistas, la epopeya que inmortalizó a jóvenes como Ascanio Arosemena, Gonzalo Crance, Teófilo de la Torre, Jacinto Palacios y Alberto Oriol, entre otros, marcó el inicio de lo que luego fueran los Tratados Torrijos-Carter, suscritos el 7 de septiembre de 1977, y que permitieran en diciembre de 1999 que se recuperara la administración del Canal de Panamá y las zonas aledañas.
Académicos como Jaime Flores, de la Universidad de Panamá, estiman que esos acontecimientos necesitan de mayor presencia en los contenidos de los programas educativos, pues representan páginas de dignidad y patriotismo, fundamentos de la nacionalidad que deben estar a disposición de las nuevas generaciones.
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