Para el especialista, el principal motivo de la emigración desde la isla mayor de las Antillas hacia el país norteño es la situación derivada del cerco estadounidense, por lo que para detenerlo no basta con medidas como conceder una cantidad limitada de parole y tratar de sellar la frontera.
La inmigración ilegal de los cubanos, venezolanos y nicaragüenses se ha disparado. No es casualidad que vengan de los países que Washington ha estado tratando de estrangular económicamente, apuntó.
No tengo dudas de que, cuando la situación económica cubana mejore, la inmigración ilegal disminuirá enormemente. Lo hemos visto antes, acotó.
En entrevista a la revista Temas, Pertierra se refirió al nuevo reglamento, publicado el 9 de enero en la Gaceta Oficial (Federal Register), con el que el gobierno del demócrata Joe Biden busca deportar de modo más rápido a los cubanos que capturan en la frontera tratando de ingresar ilegalmente.
Adelantó que la Casa Blanca prepara otro reglamento que descalificaría para el asilo a cualquier persona que, en ruta hacia los Estados Unidos, haya pasado por un tercer país y no haya pedido asilo allí.
En otras palabras -dijo- quieren cerrarle la frontera a los cubanos que tratan de cruzar irregularmente, algo que intentó su predecesor, Donald Trump, durante su gestión, y fue bloqueado por los tribunales federales.
Recordó, asimismo, que las autoridades estadounidenses mantienen en la práctica la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano, la cual tiene un carácter discrecional.
Si el gobierno de Biden decide que no le conviene la Ley de Ajuste, digamos, por razones de seguridad nacional o para controlar con más eficiencia el flujo migratorio de cubanos, el Ejecutivo tiene la potestad jurídica para cerrar esa vía hacia la residencia, sin necesidad de acudir al Congreso, señaló.
Pertierra apuntó que el tema migratorio fue el talón de Aquiles del Partido Demócrata en las elecciones de 2022, y lo será en los comicios de 2024.
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