Uno de los participantes de aquellos acontecimientos, Adolfo Ahumada, aseveró en los actos protocolares que la gesta patriótica permitió 13 años después la firma de los tratados Torrijos-Carter en 1977, que se materializó con la devolución en 1999 de la vía interoceánica.
Para Ahumada, la historia de Panamá quedó dividida en dos: antes y después del 9 de enero de 1964, día del estremecimiento colectivo de la nación, día que murieron conocidos y desconocidos, pero que contribuyeron a ser lo que somos hoy con nuestra soberanía, remarcó.
En la solemne ceremonia, en el Monumento a los Mártires del 9 de enero, donde está ubicada la Llama Eterna, el presidente de la República, Laurentino Cortizo, acompañado de varios ministros de Estado, colocó una ofrenda floral.
“Rendimos honor a los valientes estudiantes y panameños, que motivados por su patriotismo defendieron nuestra soberanía; un hecho histórico en el proceso que llevó nuestra bandera hasta la cima del Cerro Ancón”, indicó.
En otro de los homenajes en la Universidad de Panamá, el catedrático Guillermo Castro señaló que el alzamiento popular en aquellos días significó el principio del fin del régimen del protectorado extranjero en la República de Panamá y el comienzo de una etapa del encuentro entre la soberanía nacional y popular que aún está en curso de construcción.
Mientras lideres de organizaciones sociales y sindicales que llegaron con sus marchas y demandas hasta la base de los monumentos a los mártires de aquella gesta rechazaron la injerencia permanente de Estados Unidos en la nación istmeña.
El secretario general del Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Construcción y Similares, Saúl Méndez, expresó en la manifestación que “rendimos homenaje a ese pequeño pueblo que le gritó al mundo autodeterminación, plena soberanía y que no es lacayo del imperio”.
La lucha continúa, dijo por su parte a los participantes en la concentración la precandidata presidencial independiente hacia los comicios generales de 2024, la economista Maribel Gordón, quien aseveró que los terrenos son varios, el reivindicativo pero también el electoral.
Los colectivos señalaron que el mejor homenaje a los Mártires del 9 de enero es ganar en organización y conciencia en aras de la convocatoria a una Asamblea Constituyente originaria con plenos poderes que permita refundar el actual Estado neoliberal y corrupto.
En otro de los actos, el secretario general de la Central Nacional de Trabajadores de Panamá, Alfredo Graell, denunció la arrogancia de la embajadora estadounidense en el país centroamericano, Mari Carmen Aponte, quien es activa en constantes indicaciones a las autoridades locales en asuntos de seguridad, política exterior y economía, entre otros.
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