Los tres mandatarios estuvieron acompañados de sus respectivas esposas Batriz Gutiérrez Müller, Jill Biden y Sophie Gregoire, quienes sostuvieron por separado una reunión.
La ceremonia se limitó a la recepción de los visitantes en el Patio de Honor abanderado con las enseñas de las tres naciones, y el matrimonio anfitrión les dio a los visitantes un breve recorrido por algunos pasillos del palacio.
El presidente de Estados Unidos se trasladó a la sede de la X Cumbre con ayuda de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y lo hizo en su carro blindado de ocho toneladas de peso, conocido como La Bestia.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, junto a su esposa Sophie, llegó a las 11:40 hora local a Palacio Nacional, en un auto normal y con la escolta requerida en estos casos.
El Palacio, en el zócalo capitalino, está rodeado de militares desde hace más de 48 horas y en sus alrededores se han tomado todas las medidas de seguridad correspondientes a un evento de esta naturaleza en el que concurren, además de los tres dignatarios, una abultada comitiva de secretarios, ministros y funcionarios de Estado.
Los gobernantes pasaron luego al comedor donde tendrán un almuerzo de trabajo y una vez concluida, comenzará la cumbre propiamente dicha, hasta ahora a puertas cerradas, pero habrá un comunicado final y posiblemente una reunión con la prensa para informar del encuentro.
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