El incidente ocurrió en el Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo, cuando vehículos de la Autoridad de Tránsito Municipal y la policía, sin autorización alguna para ese tipo de operaciones, según trascendió, ocuparon la pista y obstaculizaron a la aeronave.
El avión, que solo volaba con la tripulación, como está estipulado en esos casos, desvió su curso y se dirigió a Quito, sin poder recoger a los pasajeros, en espera en la ciudad portuaria.
Según reportes, en esta capital la nave recogió a 170 ciudadanos extranjeros, con quienes voló de vuelta a Ámsterdam.
La actuación de las autoridades violó la disposición del gobierno nacional en medio de la Emergencia Sanitaria declarada por los contagios por Covid-19 en el país, de permitir vuelos internacionales que arriben solo con la tripulación y la autorización pertinente para trasladar extranjeros.
Ante la situación, la Fiscalía anunció el inicio de una investigación previa por los hechos.
Por su parte, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, emitió un comunicado, en el cual firmó que las acciones desarrolladas por la alcaldía de Guayaquil, dificultaron la actividad aérea planificada dentro de la Emergencia Sanitaria.
«Responsabilizamos al organismo municipal por la falta de vuelos de emergencia y de los autorizados con anterioridad para llevar pasajeros extranjeros a sus destinos», indicó el documento.
En el texto, la cartera de estado también rechazó cualquier intento de violencia en las pistas aéreas internacionales del país.
Desde la ciudadanía también hay numerosos mensajes de condena, en las redes sociales, a lo ocurrido.
Las críticas aumentaron a raíz del anuncio de la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, de su contagio por Covid-19, lo cual, para algunos, es un pretexto para evadir la responsabilidad sobre el incidente, que inicialmente, intentó justificar.
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