De acuerdo con un comunicado oficial, Meloni se reunió con el fiscal distrital, Maurizio de Lucia, quien dirigió las investigaciones que llevaron este lunes a la detención de Mesina, así como con los policías que participaron en la operación.
“Mi más cálido agradecimiento, junto con el de todo el gobierno, a las fuerzas policiales y, en particular, a los carabineros, a la Fiscalía Nacional y a la de Palermo, por la captura del exponente más significativo de la mafia”, expresó Meloni, quien añadió que “la lucha contra el crimen mafioso continuará sin tregua”.
Por su parte el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, manifestó en un mensaje a las autoridades policiales y judiciales de Palermo «gran satisfacción por un resultado histórico”, y enfatizó que este es “un día extraordinario para el Estado y para todos los que siempre han luchado contra las mafias”.
Esta mañana carabineros italianos capturaron a Messina, tras un amplio operativo efectuado en la clínica La Maddalena, de la citada urbe, donde con una falsa identidad el jefe mafioso recibía periódicos tratamientos de quimioterapia, tras una operación de cancer, a la cual fue sometido allí hace un año, señaló un portavoz de la fiscalía.
Apodado como «Diabolik», fue condenado en ausencia en 1993 a cadena perpetua, como culpable de más de 50 homicidios, incluidos los de niños y mujeres embarazadas, así como por asociación mafiosa, atentados, robos y tenencia de explosivos, entre otros delitos, pero a pesar de ser el criminal más buscado su captura tardó tres décadas .
Messina fue, junto a Bernardo Provenzando y Totó Riici, muertos en 2016 y 2017, respectivamente, uno de los tres capos de la Cosa Nostra en una de sus épocas más sangrientas, cuando esa organización asesinó al general de carabineros Carlos Alberto dalla Chiesa, en 1982, así como 10 años después a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, precisó la fuente.
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