Según recientes encuestas citadas en medios locales, DeSantis, quien aún no hizo público el anuncio de su entrada en la carrera por la Casa Blanca, cuenta con el 49 por ciento de apoyo, dos puntos más que Trump.
Un sondeo de la Universidad de Massachusetts arrojó que el exmandatario, que el 15 de noviembre pasado dio a conocer su candidatura, sale mejor parado cuando se les pregunta a los entrevistados acerca de varios aspirantes republicanos.
Entre los potenciales contendientes a la nominación del GOP están el ex vicepresidente Mike Pence, el senador por Texas Ted Cruz y la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley.
En ese contexto, el exjefe de la mansión ejecutiva encabeza la relación con 37 por ciento de intención de voto, tres puntos por encima de DeSantis, preferido actualmente por los hombres, mayores, educados y adinerados registrados como republicanos, de acuerdo con el estudio.
El gobernador de Florida, de 44 años, es una de las denominadas estrellas en ascenso del GOP y ganó fácilmente su reelección en los comicios del pasado 8 de noviembre.
Para algunos observadores es “una suerte de trumpista de buenos modales” que se echó a los hombros el sureño estado con un discurso duro de “ley y orden”, quiere investigar supuestas irregularidades en el desarrollo y promoción de las vacunas antiCovid-19, y va contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y las uniones interraciales a nivel federal.
Entretanto, el futuro político de Trump, de 76 años, no está del todo claro, debido a las investigaciones en curso, que de prosperar, como mínimo, podrían invalidarlo para ocupar en lo adelante cargos públicos.
No obsante, el exgobernante (2017-2021) con su estilo impredecible e incendiario cuenta sin dudas con una sólida base electoral.
En la Conferencia de Acción Política Conservadora celebrada el pasado año en Florida, Trump aseguró que “en noviembre de 2024, lo descubrirán como nunca antes” y señaló: «lo hicimos dos veces y lo haremos de nuevo, lo haremos de nuevo una tercera vez», en referencia al triunfo electoral, pasando por alto que en 2020 perdió frente al demócrata Joe Bien.
Desde que dejó el cargo en enero de 2021, el magnate siguió promoviendo repetidamente la falsa afirmación de que le robaron aquellas elecciones.
Los vaticinios indican que en la próxima batalla por la Casa Blanca los estadounidenses asistirán a la revancha Biden-Trump, aunque muchos quisieran otros nombres en la papeleta electoral, de acuerdo con las propias encuestas.
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