Alrededor de 500 personas presenciaban el juego al momento de ocurrir el incidente en Del City High School, informó la policía local, citada por la cadena CNN.
Las imágenes de la televisora mostraron a los narradores deportivos tratando de refugiarse, mientras se escuchaban ruidos de disparos.
En octubre del pasado año, lo que debió ser una fiesta educativa y deportiva terminó en tragedia, cuando una balacera detuvo un enfrentamiento de fútbol americano, también en una secundaria del propio estado.
El lamentable suceso, que se produjo en el centro escolar McLain, de la ciudad de Tusla, dejó un adolescente muerto y otro herido de gravedad.
No pocos observadores sostienen aquí que muchas comunidades viven bajo los efectos traumáticos de los tiroteos en las escuelas, los cuales son extremadamente comunes en Estados Unidos a diferencia de otros países.
Solo en 2022 se registraron 60 hechos similares en instituciones K-12 (escolarización primaria y secundaria), de acuerdo con un análisis de la televisora.
El peor período de violencia de este tipo fue en el año lectivo 2021-2022, que casi cuadruplicó el número promedio de sucesos de disparos desde 2013, advirtió por su parte en un informe Everytown for Gun Safety, que recopila datos de forma continua a nivel nacional sobre todos los hechos con un arma de fuego en el campus o en el terreno de una escuela.
Estados Unidos es una nación acostumbrada a la constante violencia armada al punto que los presidentes admiten que se trata de una epidemia que desangra al país y a la que, pese a intentos, no logran ponerle freno.
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