También conocido como “La Academia”, el Magallanes es uno de los equipos más antiguos y reconocidos del país, pero durante más de tres décadas estuvo ausente de la primera división e incluso llegó a caer a la tercera categoría.
Sin embargo, su retorno fue auspicioso porque en la final de la Supercopa de Chile derrotó nada menos que al actual campeón, Colo Colo, y ahora aspira a ganar en su propia sede, el Estadio Municipal de San Bernardo.
Más tarde se disputará el choque entre Unión Española y Ñublense y el torneo continuará el sábado cuando se enfrenten Palestino con Audax Italiano y Cobresal ante Unión la Calera.
Para el domingo están programados los partidos de Everton y Universidad Católica y Deportes Copiapó contra el defensor de la corona, Colo Colo.
La primera fecha del campeonato finalizará el lunes con el enfrentamiento de Universidad de Chile y Huachipato.
El evento es organizado por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, entidad que debe enfrentar dos problemas cada vez más graves en el balompié chileno.
Uno de ellos es la falta de estadios en buenas condiciones para albergar los juegos, lo cual obliga en muchas ocasiones a esperar hasta el último momento para saber dónde se disputarán algunos partidos.
En estos momentos hay equipos, como los de las universidades de Chile y La Católica, sin sede propia para comenzar el torneo o con canchas sin las condiciones mínimas requeridas.
Otro problema serio es la creciente violencia de las barras de aficionados, que en el campeonato anterior provocaron incidentes dentro y fuera de las instalaciones deportivas.
Esto dio lugar a reiterados llamados para recuperar el fútbol como un entretenimiento familiar libre de riesgos.
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