Las cápsulas, el fruto de año y medio de investigación, ya están probadas en adultos y se comenzó a experimentar entre niños y adolescentes, pues la intolerancia a la lactosa es por regla general congénita, detalló Tokayev en una entrevista para el canal TvBrics.
Este padecimiento hace que las personas eviten la leche y los productos lácteos porque provocan dolor de estómago, náuseas y otros problemas digestivos, y debido a eso el calcio y otros microelementos útiles casi no ingresan al organismo, agregó el investigador.
Según los médicos, el número de pacientes aquejados de intolerancia a la lactosa crece con los años en todas las regiones del planeta.
La cápsula ya se encuentra a la venta en el mercado ruso y los comerciantes han manifestado que reciben opiniones positivas respecto a su uso, por lo que favorecen el abastecimiento del mismo en la red de establecimientos del país.
Tokayev adelantó que el continente asiático será uno de los destinos prioritarios para exportar el nuevo medicamento, pues en esa región la intolerancia a la lactosa ocurre en aproximadamente nueve de cada 10 residentes.
En Rusia, por ejemplo, solo uno de cada cinco personas tiene el padecimiento, por lo que la demanda potencial, según algunas estimaciones, es de millones de paquetes de la píldora por año, concluyó el investigador.
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