Los científicos del país norteamericano analizaron la eficacia de portar un cubrebocas de tela sobre uno quirúrgico y sus pruebas determinaron que este método bloquea hasta un 92,5 por ciento las partículas de aerosol con 0,1 a 0,7 micras de diámetro expulsadas durante episodios de tos.
Por otro lado, señalan los expertos, llevar puesto un nasobuco quirúrgico bien ajustado (con las tiras de sujeción anudadas y la tela sobrante doblada para minimizar los huecos laterales) reduce la exposición a las pequeñas partículas expulsadas durante la respiración en un 64,5 por ciento.
En una simulación sobre la forma de interactuar entre dos personas con protectores protector de ese modo, la efectividad se elevó hasta un 95,9 por ciento, mientras que con doble mascarilla alcanzó un 96,4, afirman los especialistas.
Una investigación reciente publicada en el New York Post, refiere que lo mejor es utilizar una mascarilla quirúrgica de primera capa y después cubrir esa con otra de tela, en lugar de usar dos del mismo material.
Por su parte, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, explicó que al haberse esparcido las nuevas cepas como las identificadas en Reino Unido o Sudáfrica, llevar un nasobuco encima del otro podría actuar como barrera.
‘Así, cada capa tendría un efecto: las dos juntas filtrarían y protegerían contra salpicaduras y gotas, además de absorber la saliva o el sudor’, añadió.
Sin embargo, el uso de doble cubrebocas no significa que se deba disminuir en el cumplimiento de medidas como el distanciamiento social, lavado de manos y evitar las reuniones en espacios pequeños, especialmente sin ventilación y con aglomeración de personas, resaltó.
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