En un comunicado conjunto, Francia, Alemania, Bélgica, España, Finlandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, República Checa y Suecia afirmaron que seguirán honrando el pacto firmado en 1992, que entró en vigor una década después con alrededor de 35 naciones integrantes.
Para nosotros mantiene un valor agregado obvio de cara a la arquitectura regional de control de armas convencionales y la seguridad común, precisaron acerca de la iniciativa destinada a generar confianza y transparencia entre los países firmantes, en particular los grandes rivales de la Guerra Fría y principales potencias militares: Estados Unidos y Rusia (antes Unión Soviética).
De acuerdo con los gobiernos de la UE firmantes de la declaración, el Tratado de Cielos Abiertos ha sido clave para fomentar la confianza y aumentar la seguridad, al permitir los vuelos de vigilancia sin armas en el espacio aéreo de los participantes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Rusia de incumplir el pacto, lo que esgrimió para anunciar su intención de retirarse.
Tal vez para compensar su abierta defensa a la iniciativa, que pudiera causar malestar en Washington y alguna reacción agresiva del impredecible Trump, los países europeos dijeron «compartir las preocupaciones relativas al apego de Rusia a las disposiciones del tratado».
Sin embargo, culminaron el comunicado conjunto reafirmando que mantiene su funcionalidad y utilidad, y recordando que la salida del mismo se hace efectiva después de seis meses.
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