“Almacenan armas y municiones proporcionadas por Occidente en los territorios de las plantas de energía nuclear”, refirió el director de la entidad de seguridad, Sergei Naryshkin.
Precisó que se trata de la instalación de los misiles HIMARS MLRS y los sistemas de defensa antiaérea extranjeros, así como las municiones de artillería de gran calibre.
De acuerdo con el Servicio de Inteligencia Exterior, a fines del año pasado varios vagones ferroviarios de armamentos fueron entregados a la central nuclear de Rivne desde el extranjero.
“Como mismo bombardean las ciudades de Donbass y otras regiones fronterizas de Rusia a espaldas de civiles ucranianos inocentes, el comando de las Fuerzas Armadas de Ucrania esconde municiones en la retaguardia detrás de reactores nucleares, pues Rusia comprendiendo el peligro de catástrofes nucleares, no atacará los territorios de las centrales nucleares”, argumentó.
Según Naryshkin, si se produce una detonación a gran escala de almacenes y la destrucción de la planta de energía nuclear debido a la falla de un misil de defensa antiaérea ucraniano “extraviado, entonces siempre se puede culpar a Moscú por la tragedia”, agregó.
“Los rehenes de Kiev son decenas e incluso cientos de miles de residentes de su propio país y estados vecinos, es una amenaza”, enfatizó.
El 24 de febrero Rusia comenzó la operación militar para “desmilitarizar y desnazificar” a Ucrania y garantizar la seguridad de la nación euroasiática.
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