Teniendo en cuenta los problemas acumulados en el país, que afectan directamente a la población, Ramaphosa expresó su convencimiento que el ANC, como partido de Gobierno, enfrentará probablemente una de las elecciones más difíciles de su historia.
Ello es consecuencia, según el mandatario, de lastres como el desempleo, el cual calificó de inaceptablemente alto, y que afecta sobre todo a los jóvenes.
Asimismo, citó, la crisis eléctrica nacional que continúa lastrando el crecimiento económico y las nuevas inversiones, y compromete los servicios.
A ello, se suma, agregó, la elevada violencia, que afecta, dijo, principalmente a mujeres y niños, a lo cual se suma el racismo, fenómeno que persiste y frena los avances de la democracia, acorde con el Presidente
Sin embargo, enfatizó, a través de nuestras acciones ahora debemos enviar una señal clara a los votantes de que el ANC está tomando todas las medidas necesarias para enfrentar esos desafíos.
Específicamente, acotó, abordamos el desempleo, el aumento del costo de vida, la delincuencia y la inestabilidad, y la existencia de servicios deficientes.
En su intervención, Ramaphosa dedicó especial atención a las tareas a acometer para resolver la crisis energética y poner fin a los apagones, tópico que calificó de uno de los “desafíos más inmediatos y apremiantes” del ANC.
Al abordar el tema de política interna del partido, el presidente aseguró que el proceso de renovación y reestructuración del ANC en curso es irreversible e irrevocable. Es un tema existencial para nosotros, enfatizó.
Durante la 55 Conferencia Nacional, realizada en diciembre de 2022, ya había destacado que, si bien como organización “hemos cometido errores y dado algunos pasos en falso”, reafirmamos una vez más la razón de ser del ANC: servir al pueblo de Sudáfrica.
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