Así lo dio a conocer este martes el Servicio de Farmacia del centro de salud de la capital catalana, donde ahora se emprenderá un ensayo para probar la eficacia, la tolerancia y el nivel de aceptación del medicamento de marras, primero diseñado con esa tecnología en Europa.
María Josep Cabañas, jefa de la Sección de Farmacia de los hospitales Infantil y de la Mujer de Vall de Hebron, destacó que la idea es confeccionar los medicamentos con dosis del principio activo personalizadas a cada niño.
Según la investigadora del grupo de Farmacia Básica, Traslacional y Clínica del Valle de Hebron Instituto de Investigación (VHIR), esta iniciativa evita posibles errores en la administración.
Gustos, olores y colores agradables y modificables entre diversas opciones son otros atractivos del experimento, con lo cual se aspira a agradar más a pacientes y familiares.
La colaboración entre el Servicio de Farmacia de Vall d’Hebron, la Universidad de Santiago de Compostela, Galicia, y la empresa FabRx permitieron adelantar el proyecto con la impresora 3D, primero de Europa y que permite elaborar medicamentos de formas semisólidas y masticables.
Una de las claves de la propuesta es la posibilidad de concebir medicamentos con dosis personalizadas en cada niño según su peso y sus características clínicas.
Cabañas detalló que de momento son las familias quienes deben dosificar el fármaco midiendo el volumen de jarabe, “pero este nuevo método es mucho más cómodo y evita posibles errores en la dosis que se administra”.
Precisó que si bien el ensayo clínico se centrará en niños y adolescentes de entre seis y 18 años, el uso de medicamentos impresos en 3D podría ser útil también en adultos en el futuro.
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