Lavrov también señaló que el aislamiento de Rusia del resto del mundo es «producto de la imaginación», pues este existe para aquellos que despreciaron flagrantemente la Carta de la ONU, de quienes cometieron actos de agresión armada y se mancharon con los crímenes del colonialismo.
Por supuesto, en profundo aislamiento están quienes anualmente votan en contra o se abstienen en la resolución de la Asamblea General sobre la lucha contra la glorificación del nazismo, puntualizó el ministro.
Agregó que la amenaza de Occidente a la seguridad nacional de Rusia será contenida de manera segura, la cancillería hará todo lo necesario para fortalecer la soberanía nacional.
El Ejército y la Armada de Rusia enfrentaron adecuadamente el desafío, por su parte, nuestro servicio diplomático continúa haciendo todo lo necesario para fortalecer la soberanía nacional y neutralizar con antelación las amenazas externas, manifestó.
Según Lavrov, Occidente libra una guerra híbrida contra Rusia, llevando a cabo una nueva «cruzada» en el este de Europa, utilizando a los «neonazis ucranianos» como un «destacamento de avanzada».
Sin embargo, se puede afirmar que esos planes fracasaron a pesar de los sentimientos antirrusos suscitados por Washington, Londres y Bruselas, fortalecemos las relaciones de buena vecindad en el sentido más amplio de este concepto con la mayoría del mundo, prosiguió.
«A todos nos une un compromiso con la democratización de la comunicación interestatal y un rechazo categórico al orden mundial basado en reglas de Estados Unidos con sus chantajes y amenazas, herramientas de coerción que no deberían existir en la diplomacia del siglo XXI», resumió Lavrov.
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