Los jefes de las organizaciones Mundial del Comercio, y de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos, destacaron que 349 millones de personas en 79 países sufren de inseguridad alimentaria aguda y que aumenta la prevalencia de la subalimentación.
En todo el mundo, subrayaron, la pobreza y la inseguridad alimentaria se están incrementando, tras décadas de avances en materia de desarrollo.
Refirieron que las interrupciones de la cadena de suministro, el cambio climático, la pandemia de la Covid-19, el endurecimiento financiero debido a la subida de los tipos de interés y el conflicto en Ucrania, han provocado una conmoción sin precedentes en el sistema alimentario global, siendo los más vulnerables los más afectados.
El encarecimiento de los alimentos, alertaron, sigue siendo elevado, con decenas de naciones que experimentan una inflación de dos dígitos.
Igualmente, la prevalencia de la subnutrición también aumenta, tras tres años de deterioro y se prevé que tal situación empeore, pues según estimaciones, en 2022/2023 el suministro mundial de alimentos descenderá a su nivel más bajo en tres años.
Destacaron asimismo que la necesidad es especialmente acuciante en 24 países que la FAO y el PMA han identificado como focos de hambre, de los cuales 16 se encuentran en África.
De acuerdo con la declaración, la asequibilidad de los fertilizantes es también la más baja desde la crisis alimentaria de 2007/2008, lo que conduce a una menor producción de alimentos y afecta en mayor medida a los pequeños agricultores, empeorando los ya elevados precios locales.
Al respecto ejemplifica que la reducción en 2022 de la producción de arroz, del que África es el mayor importador del mundo, unida a las perspectivas de disminución de las existencias, es muy preocupante.
En respuesta a la inflación de los precios de los alimentos, el combustible y los fertilizantes, los países gastaron más de 710 mil millones de dólares en medidas de protección social, que cubren a mil millones de personas, incluidos aproximadamente 380 mil millones de dólares en subsidios.
Sin embargo, en las naciones de renta baja sólo se gastaron cuatro mil 300 millones de dólares en medidas de protección social, frente a los 507 mil 600 millones de dólares de los países de renta alta, contrastó lam declaración conjunta.
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