Falleció en su casa de Madrid, “cansado, porque como le dijo ayer a Eulalia (su mujer), ya no podía más, pero con un hombre tan activo en su cabeza nunca se sabía (…)”, comentó Antonio choqueado por la noticia.
Su desaparición física toma por sorpresa al mundillo del séptimo arte y se convierte en una triste noticia para la cultura española. También un shock dramático para la ceremonia de los Goya mañana en Sevilla.
Un artista integral, que se atrevió a desafiar a la dictadura de Francisco Franco con sus largometrajes llenos de símbolos y a encantar a la música, la danza el cine y la pintura, con sus obras también con Antonio Gades y los homenajes a Luis Buñuel y Francisco de Goya.
‘Cada día que sale el sol digo, coño, estoy vivo todavía’, confesaba en una entrevista cuando ya tenía categoría de octogenario. Ya para entonces, su recorrido había impactado a muchas generaciones, no sólo en España, sino en toda Latinoamérica.
Cuando se piensa en Carlos Saura, a lo cinéfilos le llueven los títulos a la memoria, porque su filmografía ha sido ineludible y multifacética, en muchas cuerdas, tantas como para parecer inimitable.
Golpeado en su infancia por la Guerra Civil (1936-1939) y luego por las secuelas del franquismo (1939-1975), supo saltarse la censura con metáforas y alegorías de corte críptico, como deslizaba en Ana y los lobos, Mamá cumple cien años, Peppermint Frappé), El jardín de las delicias’ (1970) o La prima Angélica.
La música fue una de sus obsesiones, pero antes siguió con Cría cuervos Elisa, vida mía y Deprisa, deprisa, Oso de Oro en Berlín. Hasta asentarse con Gades en Bodas de sangre (1981), Carmen (1983) y El amor brujo.
Mamá cumple cien años (1979) estuvo nominada a los Oscar y contó con un reparto de lujo integrado por Geraldine Chaplin, Fernando Fernán Gómez, Norman Briski, Amparo Muñoz y Rafaela Aparicio, entre otros.
Manejaba un proyecto acerca de Pablo Picasso y su cinta más reciente, Las paredes hablan, una reflexión sobre el origen del arte y la pulsión artística, estrenado en toda España el pasado 3 de febrero y antes en premier, en el Festival de San Sebastián.
El reconocido actor malagueño Antonio Banderas fue uno de los primeros en lamentar la muerte de Saura.
“Con Carlos Saura muere una parte importantísima de la historia del cine español. Deja tras él una obra indispensable para la reflexión profunda sobre los comportamientos del ser humano. Descansa en paz amigo”, dijo Banderas en su cuenta de Twitter.
Nacido en Huesca, en el norte de España, en 1932, el prolífico cineasta, fotógrafo, guionista, novelista y escenógrafo para teatros de ópera, mereció también numerosos de condolencias, entre ellos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En marzo de 2022, al recibir la distinción Biznaga de Honor del Festival de Cine de Málaga, no perdió la oportunidad para decir: “tengo 90 años y tres meses, siete hijos y 50 películas”.
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