El decreto “Further Advancing Racial Equity and Support for Underserved Communities Through the Federal Government” (Fomento de la equidad racial y apoyo a las comunidades desatendidas a través del Gobierno federal) pretende hacer frente a las barreras sistémicas que impiden prosperar a esos grupos.
La nueva disposición exige a los organismos la creación de un Plan de Acción de Equidad público anual, el cual evaluará las brechas y ofrecerá soluciones para el acceso a políticas y programas, indicó el diario digital The Hill.
También la medida exigirá a las agencias que investiguen y actúen ante cualquier discriminación algorítmica en los servicios tecnológicos, mejoren la accesibilidad de las personas con discapacidad y los servicios de acceso lingüístico.
La orden de igual forma insta a las agencias a trabajar con las comunidades rurales para ayudar a acceder a los recursos federales para proyectos que construyen la riqueza de la localidad, agregó el periódico.
Este resulta el segundo decreto de Biden sobre equidad racial, pues hace dos años rubricó la Orden Ejecutiva 13985, que destinó fondos a lugares como los Colegios y Universidades Históricamente Negros y las tribus indígenas, además de nuevos programas para ayudar a reducir las disparidades en las oportunidades de empleo y vivienda.
Sin embargo, el mandatario reconoció en un comunicado que “los miembros de las comunidades desfavorecidas, muchos de los cuales han soportado discriminación, todavía enfrentan importantes barreras”.
Estados Unidos conmemora este febrero el Mes Nacional de la Historia Negra, mientras publicaciones de medios reconocen que las personas de esa etnia siguen sufriendo discriminación en casi todas las instituciones, y en las escuelas, por ejemplo, tienen más probabilidades de disponer de menos recursos.
De acuerdo con The Hill, ese segmento de la población lidia con disparidades en el empleo, el acceso a la vivienda y préstamos hipotecarios, al tiempo que son diana de discursos de odio.
El Departamento del Tesoro precisó que los hogares de los blancos tienen tasas de propiedad de la vivienda al menos 10 puntos porcentuales más altas que los de los negros e hispanos, lo cual afecta su seguridad económica y conduce a una menor riqueza generacional en las familias.
mgt/cgc