Cuatro operadores consiguieron en marzo de este año una asignación de frecuencia por parte del Estado, por la cual deberán pagar cerca de dos mil 800 millones de euros, en los próximos 15 años, y un canon equivalente al uno por ciento del volumen de negocio logrado con la nueva red telefónica.
Hasta el momento existen menos de 500 antenas que ofrezcan este tipo de cobertura, y su funcionamiento se encuentra aún en periodo de prueba y únicamente en nueve ciudades del país: París, Marsella, Lille, Nantes, Montpellier, Lyon, Toulouse, Burdeos y Rouen.
Aunque el sistema 5G promete velocidades hasta 10 veces más rápidas que las líneas actuales, según señaló Arcep “inicialmente será un 4G mejorado, que proporcionará mucha más velocidad y capacidad”, pues los operadores aún no actualizaron muchos detalles necesarios para generalizar nuevos servicios.
Como una tecnología que está destinada a evolucionar, 5G en Francia verá una mejora real a partir de 2022, pues inicialmente los operadores trabajarán a partir de las antenas e infraestructuras 4G, lo que limita su potencial.
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