Bastrikin señaló que Rusia sigue recopilando y registrando pruebas de la violación por parte de Ucrania de la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (Biológicas) y Toxicas y su Destrucción.
Señaló que la principal fuente de pruebas hasta la fecha sigue siendo los datos del Ministerio de Defensa ruso obtenidos en el contexto de la operación militar especial, así como los resultados de las actividades de búsqueda operativa.
Anteriormente, Igor Kirílov, jefe de las Fuerzas de Defensa de Radiación Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, declaró que se había formado una red de más de 30 laboratorios biológicos en Ucrania, cuyo organizador es el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Según el informe, se trabajó en tres direcciones principales: vigilancia de la situación biológica, selección y transferencia de cepas y biomateriales, incluidos los obtenidos de militares, así como trabajos de investigación de posibles agentes de armas biológicas específicos de la región.
Los autores del texto afirman que, con el pretexto de probar medios de tratamiento y prevención contra el coronavirus SARS-CoV-2, varios miles de muestras de suero de pacientes, principalmente de origen étnico eslavo, fueron llevadas al Instituto de Investigación Walter Reed del Ejército estadounidense.
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