Además cuatro mil 500 viviendas fueron destruidas o quedaron inundadas, según las estadísticas oficiales.
Las ráfagas de viento alcanzaron 130 kilómetros por hora, 45 menos de las que traía mientras se aproximaba a este país insular africano del océano Índico con categoría 3 en una escala de cuatro, acorde con el informe de la Oficina Nacional de Administración de Riesgos.
Ahora el meteoro, segundo de la presente temporada ciclónica en la zona, lleva proa a Mozambique, junto a Zimbabwe otro de los blancos habituales de esos fenómenos cuyas estelas de muerte y destrucción suelen resultar catastróficas y requerir la ayuda humanitaria internacional.
Con la salida de Freddy en cierta medida los malgaches respiran con alivio cuando recuerdan que el año pasado el huracán Batsirai segó 130 vidas y devasto zonas enteras.
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