Ante las preguntas de si el mandatario iría a ese lugar, la secretaria de Prensa Karine Jean-Pierre limitó sus comentarios a “no tengo nada que compartir sobre un viaje presidencial, no en este momento, ni nada que anunciar”.
Sin embargo, la fuente aprovechó la ocasión para reiterar que el gobernante insistió en una reacción de varias agencias ante el siniestro, “tomándolo en serio”, dijo.
Aunque el accidente ocurrió el 3 de febrero e involucró a un tren que transportaba productos tóxicos, el día 17 fue que la Mansión Ejecutiva publicó un comunicado en el que alega que la administración movilizó “un sólido esfuerzo interinstitucional para apoyar a la población de East Palestine”.
Según analistas, el accidente fue minimizado aquí por los medios, pese a que liberó al aire sustancias como el cloruro de hidrógeno y fosgeno, un gas venenoso que en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue utilizado como arma.
También en los vagones afectados había compuestos peligrosos como el acrilato de etilhexilo, benceno, éter monobutílico de etilenglicol e isobutileno, detalló la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
Sin embargo, entre estos el químico que más preocupa es el cloruro de vinilo, un compuesto básico para los productos plásticos altamente inflamable y que puede aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer, entre ellos el de hígado.
Especialistas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indicaron que algunas de estas sustancias, además de ser cancerígenas, pueden provocar mareos, somnolencia, sangre en la orina, vómitos, irritación, dermatitis y depresión del sistema nervioso.
Biden sigue sin ir a ver a los habitantes de esa comunidad de Ohio, pero en días recientes sí tuvo tiempo para visitar a su homólogo de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en un periplo antes de llegar a Polonia.
Varias voces en Estados Unidos, sobre todo del Partido Republicano, criticaron esos viajes y alegaron que el gobernante desatiende problemas domésticos, como la crisis migratoria y la seguridad nacional, para ir a pregonar su presunta preocupación por los ucranianos.
En tanto, el alcalde de East Palestine, Trent Conaway, afirmó tras conocer sobre la presencia de su presidente en otras tierras: “Fue la mayor bofetada en la cara que te dice ahora mismo que no le importamos”.
“Así que… puede enviar a todas las agencias que quiera, pero me enteré que estaba en Ucrania regalando millones de dólares a la gente de allí, no a nosotros, y estoy furioso”, agregó.
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