Promover la moneda virtual y permitir que Asobitcoin desarrolle convenios con instituciones de cualquier naturaleza, dentro y fuera del país, sean nacionales o extranjeras y hacer articulaciones con instituciones públicas y privadas, se traduce en un intento de dar un nuevo aliento al “token”, cuya vida está plagada de críticas y contradicciones.
Con personería jurídica, la entidad apolítica, no lucrativa, ni religiosa, tendrá como fin fomentar e incentivar la cultura del desarrollo económico por medio del bitcoín, para mejorar las condiciones de vida y la situación económica a nivel nacional, sostienen sus promotores.
Según sus estatutos, el patrimonio de la sociedad será constituido por las cuotas o aportaciones de sus miembros, subvenciones particulares u oficiales, donaciones, herencias, legados, entre otros.
Asobitcoin intentará superar los obstáculos que enfrenta el criptoactivo, en especial el pueblo, que lo considera una política fallida y pide su reconsideración, o más bien su eliminación por parte del gobierno.
Economistas locales como Rafael Lemus mantiene que esta es una política fracasada porque no responde a las necesidades de la población algo que reflejó una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA) al divulgar que el 74 por ciento de la población no utilizó el “tocken virtual” en 2022. «Dados los riesgos legales, la fragilidad fiscal y la naturaleza en gran parte especulativa de los cripto mercados, las autoridades deberían reconsiderar sus planes de ampliar la exposición del gobierno salvadoreño al bitcoín, incluida la emisión de bonos tokenizados», señaló recientemente el Fondo Monetario Internacional.
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