Aunque es cuestión de tiempo y esta misma noche los azulgranas pueden prácticamente sellar su éxito en el máximo torneo español de fútbol, todavía queda mucho trecho dentro del eterno morbo de rivalidad entre merengues y catalanes.
En todo caso, el cerrojo defensivo impresionante del cuadro de Xavi Hernández y su efectividad para imponerse en duelos por mínima ventaja, son virtudes que han permitido a los culés no ceder puntos desde que asumieron el liderazgo a fines del pasado año.
La ventaja puede ser de 10 puntos sobre el Real Madrid si, como se espera, superan al Almería dentro de unas horas. En realidad, inalcanzable con un calendario extremadamente exigente para la “casa blanca”.
A diferencia del Barcelona, eliminado en fase de grupos en la Champions League y dieciseisavos en la Europa League, el Real Madrid parece firme en la máxima competición continental después de propinar un contundente 2-5 en el partido de ida contra el Liverpool.
Perdió la Supercopa de España, precisamente ante el Barcelona, pero luego debió solventar dos partidos en el denominado Mundialito de Clubes, sigue en carrera en la Champions, y justamente el próximo jueves choca contra los catalanes en semifinales de la Copa del Rey.
Lesiones aparte, sin dudas por el peso del desgaste físico, los merengues deberán elegir su mejor opción, la más difícil su adorada Liga de Campeones de Europa, de la que ostentan 14 Orejonas, y la Copa del Rey.
Con el trofeo nacional, el Real Madrid no tiene la mejor trayectoria en el pasado, aunque apostar solo a la Champions es un arma de doble filo, porque puede quedarse sin títulos en la temporada, porque en realidad lo del Mundialito de Clubes casi no cuenta.
Anoche, lo único rescatable de un desenvolvimiento gris fue el ingreso y gol a los 85 minutos del jovencito uruguayo Alvaro Rodríguez, de apenas 18 años, quien parece destinado a vestir a lo grande la camiseta merengue en el futuro.
Injustificable, la tarjeta roja al argentino Angel Correa por un codazo al defensor alemán Antonio Rudiger, que debió como mucho quedar en amarilla. Otra pifia del controvertido colegiado Gil Manzano, que dejó con 10 hombres al Atlético de Madrid desde el minuto 64.
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